Las vacaciones con niños se pueden aprovechar para ponernos en forma, jugar con ellos es efectivo y divertido. Hacerlo tiene dos alicientes, que ellos lo pasan bien y nosotros adelgazamos.
Cuando arranca el verano sólo pensamos en estar tumbados, comer y dormir, y es cierto que hay que hacerlo y posiblemente por varios días sobre todo los primeros, pero pasar las vacaciones tumbados a la bartola no es muy sano, de esta manera no consumimos calorías y al final de las vacaciones podríamos ganar algunos kilos, con lo cual no es bueno. Por otro lado si tenemos a los niños en casa, ellos agradecen que les dediquemos más tiempo que en otros momentos del año y nosotros conseguimos crear momentos inolvidables y nos mantenemos activos.
Este año hemos organizado actividades muy divertidas. Primero un mini partido de fútbol, que no está mal para correr detrás del balón y de los niños, después hemos organizado un concurso de clavados, ellos me enseñan a echarme de clavado y yo no lo consigo ni de broma, se ríen y no paro, otro día he sacado las marionetas que tengo guardadas como un tesoro y les he enseñado a usarlas con cuidado y con ritmo creando una escuela de marionetas, les ha encantado y lo han hecho muy bien (mirad el vídeo), hemos grabado y hecho montajes de vídeos y también una salida nocturna por el jardín con las linternas, que para ellos ha significado toda una aventura. Ha sido un no parar.
La escuela de marionetas funcionó: