Si te pones a contar los días que faltan para sacar del armario las minifaldas, pantalones cortos y bañadores, seguro que se te encogerá el estómago. Te has visto las piernas después de tantos meses de frío?

Más vale que saltes en este momento de donde estés, te enfundes lo primero que encuentres que sea cómodo y que sigas esta clase espectacular:

 

Las piernas confiesan públicamente la vida que les damos, las pobres, a las que llevamos allí, abajo, o mejor dicho las que nos llevan y nos traen, a veces no les hacemos caso. Conozco casos que no les toca ni siquiera un poco de crema, están tan lejos de nuestros ojos y brazos que ¿para qué las tocamos?.

Está claro, en cuanto quieres mostrarlas sientes tal angustia, que mejor vuelves a ponerte el mismo pantalón de la semana pasada, más rápido, seguro y sin comprometer nada.

Para mi, las piernas tienen que estar igual o mejor que la cara, son parte de nuestra seguridad, no sólo para andar sino para sentirnos guapas y estilizadas.

Lo único es que hay que trabajar con ellas, son muy agradecidas, reaccionan rapidamente a lo que les digas.

¿Necesitas inspiración?:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Con cuales te quedas?