Los números atraen, son estéticos y nunca dejan indiferente. Las fórmulas adquieren formas tan exquisitas como mágicas, ¿pero a quiénes les atraen?
En el Palacio de Exposiciones en el centro de Roma, se ha abierto una exposición que va de números. Pero no os asustéis si pensáis que desde la entrada a la salida la visita será un quebradero de cabeza o hay que llevar una calculadora encima. La muestra está tan bien montada que el paseo por las salas resulta divertido, atractivo e interesante.
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Las piezas antiguas invitan a imaginar aquellos tiempos, no era como ahora, que le das a dos teclas y aparece el resultado. Es un recorrido con historia y nostalgia.
¿Quién no ha querido darle a la palanca de una calculadora como esta?
La famosísima Olivetti, con su rollo de papel y tinta a dos colores:
Pero mucho antes de que la Olivetti ayudara a hacer los números hubo muchísimas otras «máquinas»:
La primera calculadora…
Y otras tantas maravillosas piezas.
Los compases y otros elementos para calcular:
De eso va Números: todo lo que cuenta del cero al infinito, la muestra que se acaba de inaugurar en el Palacio de las Exposiciones en el centro de Roma y que permanecerá abierta hasta el 31 de mayo del año próximo, en el que, por cierto, se celebrará el centenario de la revolucionaria Teoría de la Relatividad General publicada por Einstein en 1915. El objetivo de la exposición es mostrar esa doble esencia de los números, como instrumentos necesarios para cuantificar las cosas pero también como construcciones teóricas con fuertes implicaciones lingüísticas y culturales.
