Buena parte de los bolsos que se llevan esta temporada son enormes, ya que con el calor, llevamos más accesorios para ir a la playa, a la piscina o para asistir a las fiestas al aire libre. El problema estriba cuando hacemos la maleta para ir de vacaciones y queremos meter el bolso.

 

Las maletas siempre van a tope. Intentamos hacer rollitos, dobleces imposibles, o camisa sobre camisa sin doblar, los zapatos en los rincones, los cosméticos en una bolsa de aseo que pesa una tonelada, toalla, pareos, vestidos, shorts…

Bueno, la lista es interminable, pero el estres se incrementa cuando te das cuenta que ¡falta el bolso! Sí justo el que más te pones y más combinas con tus modelos, y claro, sus dimensiones son enormes. Entonces, decides sacar todo lo que has metido a la maleta y rellenar de ropa o de zapatos el bolso para, aparentemente, aprovechar su espacio. El resultado es mejor, pero al final, acaba uno sentándose en la maleta para cerrarla.

Hace unos días hice un viaje y mi amiga buscaba un bolso para llevarlo de regalo. El problema era que no le cabía un alfiler en su maleta. Buscando en tiendas ideales, encontramos este:

 

 

Ahora mirad cómo cambia el tamaño:

 

No obstante, he seguido buscando bolsos que aunque no sean hinchables, me los llevo de viaje porque me fascinan. Ya veré que hago para meterlos a mi maleta.