En los hoteles los detalles hacen la diferencia, en Costa Esmeralda los bordan.
Llegar a tu habitación y encontrar las amenities puestas, hacen mucho en una estancia.
Los viajes arrancan desde que sales de tu casa, llegas al hotel y abres la puerta de la habitación. Si te encuentras con una bandeja, con diferentes tipos de amenities, puede ser una botella de agua, unas piezas de fruta, o una carta del director con algún detalle, la estancia empieza bien.
Hacer un buen trabajo en la hotelería no es fácil, sólo hay que pensar que todos los días cambian las personas que habitan los hoteles, la gente llega por lo general stressada y con deseos de ser atendida, pero si la llegada se hace de forma calculada en los detalles, los clientes, lo agradecen y mucho.
Volví al Cala di Volpe en Cerdeña, uno de mis sitios favoritos en Italia. Esta casa tan exclusiva, borda los pequeños grandes detalles, desde el momento de la llegada al hotel hasta la despedida amabilísima de sus empleados.
Aunque parezca una tontería, siempre me han llamado la atención sus armarios, realizados por artesanos, e integrados de una forma muy particular a los muros. Es un hotel que su gran sencillez, hace que sea verdaderamente un lujo.
También me gustan sus paredes:
El desayuno en la terraza
Sus escaleras de colores.
En Cerdeña se está muy bien, los sardos son muy hospitalarios y sensibles. La geografía de Italia es tan alargada, que en cada sitio el carácter y los dialectos hacen una Italia interminable.
¡Os contaré mucho más!