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Hoy es un gran día…

Estoy segura de que la mayoría de los que estáis leyendo este post habéis pensando en ir al gimnasio alguna vez o, en el mejor de los casos, retomarlo. El gimnasio y el inglés suelen ser dos asignaturas pendientes que nos marcamos como objetivo nada más empezar el año, aunque, suele suceder, que cuando llega marzo ya nos hemos olvidado.

Pues bien, estamos en marzo y os animo a que no dejéis de intentarlo, porque cambiar de hábitos no es una moda. Es una necesidad.  Sí, ya sé que es difícil y que duele, pero no olvidéis que no hacerlo mata.  Al menos, es lo que se dice…

Fátima, nuestra entrenadora, y yo

Por supuesto, lo más cómodo es quedarnos como estamos. Pero la ley del mínimo esfuerzo no vale cuando se trata de salud. Y hacer ejercicio, no nos engañemos, es sobre todo una apuesta por estar y sentirnos bien. Una forma de vida.

Yo he pasado por todo eso. Incluso ahora hay muchos días en los que lo que más me apetece es dormir a pierna suelta. Entonces, cuando suena el despertador a las 6.45am -empiezo a entrenar a las 7.30 am- ¡os lo podéis imaginar!… Desde los “cinco minutitos más,  por favor, por favor” hasta… “lo voy a tirar por la ventana”. Pero, finalmente, salto de la cama.

Lo hago porque sé que hay una enorme recompensa para ese pequeño sacrificiohe perdido veinte kilos, después de haberlo probado casi todo;  me he recuperado de las hernias de disco y estoy en plena forma física y psíquica- … Además, si fallo, Fátima, mi entrenadora –desde ahora, ya la de todos nosotros-,  me mata.

Sí, tengo –tenemos- esa suerte. Contamos con una entrenadora que, además de ser excelente en su trabajo, es exigente, disciplinada, constante y puntual.  Sé de lo que hablo. Llevamos casi cinco años entrenando todos los días y ¡no falla nunca!! … Y se lo agradezco porque es de los mejores momentos del día. Cuando Madrid “despierta” laboralmente hablando, Fátima y yo, ya tenemos las pilas cargadas y estamos a tope de energía.

Salir a la calle con la bolsa de deporte es una manera buenísima de empezar la jornada, pero si no te gustan los gimnasios también puedes andar, correr o montar en bici. Lo que quieras. Todo,  menos quedarte en el sofá comiendo pipas. Además –lo digo en la presentación de este blog- ya no tienes excusa. Ahora te llevamos el gimnasio a casa para que puedas entrenar con los mejores.

De entrada, tenemos a Fátima, pero  cuento también con un equipo de casi 80 entrenadores con formación altísima -tocan todas las disciplinas- que van a estar ahí siempre para animarnos a mover el cuerpo y a cambiar de vida.

¡Regálanos 10 minutos cada día, sigue al pie de la letra nuestras indicaciones y ya nos lo contarás…!

¿Preparados?  ¿Seguro? Bien. La próxima semana os espero con ¡NO SIN MI BOLSA! y ¡OBJETIVO BIKINI! Cuerpo diez en ocho semanas. Con videos y Entrenador Personal.

Alicia Romay

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