Arrancar el 2014, con un paseo por La Barranca de Navacerrada, llegando a 1760 mts. de altura, es empezarlo consiguiendo metas.

 

 

 

A pesar de que el cuerpo no nos acompañaba, lo mejor que hemos hecho para reactivarnos y sentirnos muy felices, fue empezar el año subiendo la montaña.

Caminar y llegar a una de las cumbres, el Mirador de Las Canchas, rodeados de granitos, pinares silvestres, jaras y enebros,  nos hizo sentir muy bien.

Hay muchos días que me quedaría tumbada en el sofá en plan «vuelta y vuelta», el sofá es una trampa, muy grata, pero abduce y no suelta; me encanta, pero cuando el sillón puede más que mi voluntad, el día ya no es lo mismo, ni por la tarde, ni por la noche.

Caminar tarareando una canción, ir marcando un ritmo, respirando y disfrutando del paisaje, recordando los buenos momentos, es sin duda una fórmula para sentirse felíz y ver la vida de otra manera. Después del ejercicio, una buena ducha caliente, una comida rica y sana acompañada de mucha agua y después una buena siesta hace preguntarse : ¿hay mejor plan que éste?

Seguro que más de uno piensa que hay mejores planes que el rollazo de salir a andar al monte, pero os prometo que la sensación es tan maravillosa, que repetiríais.