Pasar unos días en la nieve es fantástico
Ir a una estación de esquí, no sólo es para los que esquían, es también para pasar en familia, con amigos o en solitario unos días en un entorno maravilloso y, disfrutar muchísimo, con mayor razón si el sitio en donde te alojas ofrece «esos detalles» que convierte la estancia en cómoda y grata.
Por tanto, en vez de decir «VAMOS A ESQUIAR», hay que decir: VAMOS DE VACACIONES A UNA ESTACIÓN DE ESQUI y así seguro que todos se apuntan, si esquían bien, y si no también.
Mirad que planazo:
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La idea de llegar a Soldeu en Andorra y quedarnos en uno de los Sports Hotels me pareció genial, no teníamos muchos días, pero los que estuvimos los aprovechamos muy bien. «Pensar en blanco» para unas vacaciones apetece, además, el plan de estar en un sitio en donde se pueda hacer deporte, me atrae.
Recordaba mi viaje a Andorra de hace muchos años, me atraía descubrir lo nuevo, me lo habían contado y no lo creía.
Cuando mis amigos me dijeron que no me perdiera entre «otros placeres», la visita al Spa del Hermitage, no creía que me llamaría la atención tanto como sucedió.
Al llegar por la tarde, nos instalamos, nos pusimos el traje de baño y directamente nos zambullimos en las aguas del Spa inmenso, mágico y con algo único, una parte del jacuzzi que sale al exterior y que el cuerpo, que se deja llevar, permanece a una temperatura ideal debajo del agua, la cara recibe el frío de la nieve y la montaña que casi se toca, resultado: impresionante.
La primera noche cenamos en uno de los restaurantes del hotel y dormimos pronto para levantarnos temprano y aprovechar el día.
El primer plan fue: cita en el Hall, a las 10.30 con Jan Bachraty, nuestro guía particular, (el hotel ofrece servicio de guías para esquiar en las mejores pistas y / ó recorrer los rincones más interesantes sin riesgo de equivocarse de pista o de camino), ¡fundamental!
A 3 minutos andando, nos probaron las raquetas y allí mismo, salimos directamente a pasear por el bosque, íbamos a hacer hora y media y al final ¡caminamos 3! . Fue maravilloso, un ejercicio cardio buenísimo y de piernas y brazos no está nada mal. La vista también trabaja muchísimo, pues las vistas son INDESCRIPTIBLES.
Al terminar y allí mismo, comimos y después fuimos andando al hotel, descansamos y directamente a un masaje, LA VENTAJA ES QUE TODO ESTÁ ANDANDO Y ESTO SE AGRADECE.
Más tarde, disfrutamos de una cena creada por los chefs Nandu Jubany y Carles Gaig que ofrecen una carta riquísima en los restaurantes del Hermitage, sin descartar el sushi del bar para los planes mas informales, en donde tomamos el aperitivo.
Al día siguiente, era día de sky por las pistas de Soldeu y cita con los no esquiadores, en El Tarter para tomar el aperitivo, y después paseo en trineo tirado por perros.Inenarrable.
No sé vosotros,pero hacía tiempo que no organizábamos un plan que nos dejara tan a gusto y con ganas de repetir.
Está claro que cuando todo te lo ponen tan fácil, aunque «haya que mover el cuerpo un poquito» , es difícil resistir a la tentación.
Andorra en este plan, me enamoró.
Apuntaros!!!
- Jacuzzi en la nieve
Paseo en trineo, ¡Qué experiencia!
De vuelta al hotel
Masajes con vistas a las montañas
Entrada directamente de las pistas al hotel
Chimenea calientita