En casa, con familia, con amigos y no faltaron algunas excursiones. ¿Qué más se puede pedir?
Vivimos en Roma y las vacaciones de verano las solemos pasar en la sierra de Madrid, al menos como punto de partida. Volver a nuestra casa nos encanta. Nos gusta pasar unos días solos, otros con la familia que está cerca y encontrarnos con amigos.
Cuando aterrizamos a nuestro paraíso, rápidamente cambiamos el chip, nos quitamos el look de ciudad y nos ponemos el de montaña. En cuanto podemos, le damos la vuelta al pantano de Navacerrada caminando con ritmo. En esta estancia, los primeros días recorrimos 5.42 km. en 1 hora y el último día hicimos 4.44 km. en 45 minutos. Hacerlo es fácil, también es una forma de poner el corazón a punto, los 1.200 mts. de altitud se notan cuando se vive al nivel del mar pero eso es lo de menos.
La Maliciosa y pueblo de Navacerrada
Pantano de Navacerrada
Una vez aclimatados, nos lanzamos a las alturas. Días después de haber llegado a la sierra madrileña, hacemos un recorrido un poco más complicado, que es el paseo por la Senda del Valle de La Barranca, cuesta más por el desnivel, pero es espectacular. Las vistas que te vas encontrando en el camino sobre el embalse de Navacerrada, son impresionantes. Tanto que se olvida por momentos la fatiga.
Justo antes de llegar al mirador de Las Canchas en la Senda de La Barranca.
El día que hicimos este recorrido, tardamos 2.10 hrs. en caminar 10.35 km, la ida es un camino ascendente, a ratos llano, a veces con más desnivel, y la vuelta, que es por un camino estrecho, es aparentemente mas ligera pero más complicada en algunos tramos.
Cada día busco el momento para hacer ejercicio, ya sea caminando en el pantano, yendo al monte ó moviéndome en la piscina. Para mi, mantener durante todo el verano esta actividad es vital. Cuando estoy en la piscina, recurro a los videos con las clases que Fátima, la que fue mi entrenadora personal, me enseñó. Mirad el video, esta es la mejor guía para moverse en la piscina .
Pero las vacaciones no sólo son para pensar en mantenerse en forma, sino también son para disfrutar, y estas dos actividades van a la par.
Además de disfrutar de la sierra de Madrid, decidimos esta vez ir hacia el norte de España. Ir a Galicia nos apetecía y queríamos encontrarnos con amigos que si algo saben hacer es pasarlo bien en esta parte de España. Queríamos volver a subirnos a la barca de Luisa Rubines, la capitana de la barca en el Miño. Luisa te pasea en su barca hinchable ¡mejor que en el mejor de los yates!
Optamos por ir directo a Benavente, que aunque no es una ciudad muy agraciada, tiene el gran atractivo de la buena gastronomía. Nos habían comentado sobre el restaurante El Capricho (Jiménez de Jamuz- Provincia de León) que según el New York Times, el sitio tiene La mejor carne del mundo
Tuvimos la suerte de conocer a Jose Caldas su propietario. Nos invitó a conocer de cerca a sus bueyes.
Los bueyes de El Capricho
¡Y tan de tan cerca! Sinceramente visitar la finca en donde viven estos enormes ejemplares merece la pena. Sólo así se puede dar uno cuenta, de dónde salen estos pedazos de deliciosos chuletones.
José Caldas en la Finca de El Capricho
Un chuletón de El Capricho
En Benavente, está el restaurante El Ermitaño. Una casa bien mantenida, con buena gastronomía y servicio. Choca un poco encontrar un sitio con estrella Michelín y de estas características en esta ciudad. Lo hacen bien. Para mí uno de sus platos estrellas es esta deliciosa sopa de zumo de tomate y sandía. Fresquita con mezcla de sabores dulces y salados.
Sopa fría de tomate y sandía, así la presentan.
Y ya servida con el zumo de tomate
Seguimos ruta hacia Galicia, nuestro destino era Chantada. Hicimos un alto en Puebla de Sanabria, un pequeño pueblo con mucho encanto. Chantada es un rincón gallego delicioso. Nuestra meta era pasear por el Río Miño y pasar una jornada en la bodeguita de las hermanas Rubines. La primera noche ya en Galicia, estuvimos en una cena con amigos en una bodega en Belesar. Simplemente estupendo.
El Miño desde Belesar
Este fue el sitio en donde nos quedamos a dormir en Pazo as casas, simplemente sensacional. Nos recibió la pareja que lo lleva que se desviven por sus huéspedes y hacen un trabajo excepcional. Dormir en un pazo, en medio del campo gallego te deja sin palabras. Además hay silencio absoluto.
El campo del Pazo as Casas en Chantada.
Uno de los porches del Pazo as Casas
Al día siguiente visitamos el Monasterio de Oseira «El Escorial Gallego».
Monasterio de Oseira
El Monasterio de Oseira tiene una historia riquísima. Comenzó su andadura histórica el año 1137, cuando un pequeño núcleo de monjes se retiró a la soledad para vivir la experiencia de Dios, integrándose en la orden del Císter en 1141, bajo la dependencia de Clarava. Merece la pena leer por todo lo que han pasado sus monjes para mantenerlo, todavía viven allí 13, se puede convivir con ellos unos días si se desea. Es la Abadía más celebre de las gallegas. Convivir con ellos vale 25 euros al día en pensión completa. Visitar sus claustros, dos euros.
Seguimos ruta y nos encontramos con Emilio que nos llevó a pasear por las calles de Chantada, su pueblo natal y el de su familia. Salimos de Chantada y Emilio nos sorprendió llevándonos por una ruta preciosa hasta llegar a esta maravilla:
El embalse de Belesar en el Miño. Vistas desde la terraza de la Bodega Abadía da Cova.
Cuando los romanos llegaron a la Península pensaban que el Miño era un río embrujado. Creían que tras él, escondido entre la niebla, estaba el final de la tierra (finis terrae), un enorme acantilado que les mandaría al vacío.
El embalse de Belesar es un pantano artificial creado en 1963 en el río Miño. Ocupa 1910 hectáreas.
Y como no , no podía faltar un perfecto aperitivo en el mejor lugar y en buenísima compañía.
Entramos a las Adegas Moure, (Bodegas Moure) que desde 1958 han obtenido más de 190 premios nacionales e internacionales por sus excelentes vinos.
Abadia Da Cova
Esta gran bodega, además de producir exquisitos vinos, tiene la fortuna de poseer la mejor de las vistas.
Por supuesto que no faltó un aperitivo con unas vistas increíbles sobre el Miño.
Aperitivo con Emilio Vilaseco
Emilio conoce a la perfección su tierra. Es maravilloso descubrir estos rincones que sólo se consigue, gracias a amigos generosos que se prestan felices a llevarte a sus rincones favoritos.
Los padres de Emilio, Faustino Fernandez Vazquez y María Emilia Gómez Rodriguez, donaron en su momento al Ayuntamiento de Chantada, lo que es hoy en día La Casa de la Cultura.
Placa conmemorativa en la casa de la Cultura de Chantada
Y por fin nos acercamos al gran momento, la llegada al embalse Belesar para encontrarnos con Luisa.
Hace algunos años, estuvimos por aquí con Pilar Rubines, con su hermana Luisa, con sus padres, con Pau el hijo de Pilar y de Joan, con la familia y algunos de sus amigos. Nos acogieron como si fuéramos parte de ellos, y nos compartieron su secreto. Tenían un deseo que no sabían si algún día lo iban a realizar. Es verdad que todos soñamos, pero no todos conseguimos realizar, si no todos los sueños, al menos alguno. Ellos si lo han hecho.
Esto sólo se puede conseguir cuando se trabaja durísimo, se es constante, se tiene capacidad de sacrificio y muchos etcéteras. Yo sabía que algo harían, pero nunca imaginé encontrarme con esto. En estos pocos años, todos, han tirado del carro y lo han conseguido, cada uno poniendo lo mejor que sabe hacer. El resultado es esto: El rincón soñado en el embalse del Miño: Quinta Sacra. La mezcla de la magia del viaje en barca con Luisa por las aguas deliciosas del Miño y pasar la jornada en una pequeña y ultra acogedora bodeguita, con mesas ideales puestas con la comida más auténtica y algunas hamacas para la siesta… ¡WOW! vaya sitio. Un lugar que emociona, hecho por una familia llena de sensibilidad y de deseos de realizar sus sueños y además generosos y mejores amigos.
No hay más que ver en dónde se come en Quinta Sacra
La mejor siesta de la tierra
Con Pilar Rubines, emocionada al ver que su sueño y el de su hermana Luisa van camino de hacerse realidad…
Luisa Rubines, la sonrisa del Miño.
Podría seguir escribiendo detallando el día que pasamos en la Quinta Sacra, pero no hay palabras para describir tantas sensaciones y tantas emociones. Prefiero que lo mostrarlo en este video:
¿Quieres conocer Quinta Sacra? aquí la tienes:
Pero lo bueno dura poco, que por un lado es mejor porque cada día que pasa es un día menos para volver.
Este verano no ha sido un 10 ¡sino un 100! El que viene seguro que más.
Nos vemos en el próximo post.
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