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Historia del vino italiano ¡Est, est, est!

Las leyendas son parte de la vida de los pueblos, esta es de lo más original.

 

Basilica Santa Margherita.

Basilica Santa Margherita.

¡Est, Est, Est! es el nombre del vino más famoso de la ciudad Montefiascone, una localidad cerca de Viterbo y a una hora y media en coche del centro de Roma. Además de contar con una basílica imponente, hemos encontrado una historia genial en la Iglesia de San Flaviano.

Todo deriva de la leyenda que cuenta que, en el año 1111, Enrico V de Alemania, iba camino a Roma con su ejército para recibir de manos del Papa Pasquale II la corona de Emperador del Imperio Sacro Romano. En su séquito, había un obispo que entendía mucho de vinos llamado Johannes Defuk.

Defuk, tenía por costumbre enviar de avanzada a su ayudante Martino, a quién le encomendaba que buscara nuevos sabores de vino en las localidades por donde fueran a pasar.

Los dos habían acordado que escribiría la palabra clave «¡Est!» cuando encontrara el buen vino:  y que lo hiciera al lado de la puerta de donde lo había encontrado, pero si el vino siguiente era superior, entonces debería de escribir dos veces «¡Est!, ¡Est!»

En Montefiascone, probó el vino local,  con la sorpresa que era el mejor de todos los anteriores, y al no encontrar la forma de señalarle al Obispo que era el mejor de todos, escribió tres veces consecutivas «Est!, Est!!, Est!!!

Cuando llegó la comitiva a Montefiascone y el obispo se enteró que allí se hacía el mejor vino, decidió prolongar la estancia por tres días.

Una vez terminada la misión imperial, fijó su residencia en ese pueblo en el que permaneció hasta el día de su muerte, que aparentemente fue producida por exceso de alcohol.

En la iglesia de San Flaviano de Montefiascone,  está la sepultura del Obispo Johannes Defuk, que fue un caballero noble alemán, con título según la leyenda de Duque en donde se lee sobre su lápida. «Por el tanto ¡EST! yace aquí muerto mi Señor Johannes Defuk»

NOTA. Como reconocimiento a la hospitalidad recibida, el obispo dejó a los habitantes de la ciudad una herencia de 24.000 escudos, con la condición de que cada aniversario de su muerte, una botella de vino debe de ser vertida en su sepulcro. (Cada año, un cortejo con personajes históricos cumplen con su deseo, el día del aniversario de su muerte)

 

Basilica

Interior de la Basilica Santa Margherita

 

 

 

Iglesia San Flaviano

Iglesia San Flaviano

 

Sepulcro del Obispo

Sepulcro del Obispo Johannes Defuk

 

Terraza de

Montefiascone

 

 

 

 

Alicia Romay

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